Egoin, una de las principales referencias del sur de Europa en la producción de madera laminada y paneles de madera contralaminada (CLT) y empresa-socia de ERAIKUNE, participó en 2017 en el desarrollo de la estructura de madera de la vivienda cooperativa La Borda ubicada en Barcelona, obra de la cooperativa de arquitectos Lacol, de la misma ciudad. Cinco años más tarde, en abril de 2022, la construcción ha sido galardonada con el ‘premio emergente’ Mies Van der Rohe, uno de los premios de arquitectura más importantes a nivel europeo.
La cooperativa de arquitectos eligió la madera como uno de los elementos aglutinantes para erigir el edificio de viviendas sociales, ubicados en el barrio de Sants y confió en la empresa de Natxitua (Bizkaia) para el desarrollo de la estructura. “Queremos felicitar a la cooperativa de arquitectos Lacol por este merecido premio y agradecerles su confianza a la hora de permitirnos contribuir al proyecto”, afirma Unai Gorroño, director comercial de Egoin.
Se trata de un inmueble de 3.000 m2 y 28 pisos construido en el antiguo recinto fabril de Can Batlló que supuso un hito en el sector arquitectónico por su carácter social, por el uso de la madera estructural y por sus dimensiones; de hecho, sus 25,5 metros de altura lo convirtieron en el edificio más alto realizado en madera hasta la fecha en el entorno nacional. Para su construcción, Egoin utilizó 660 metros cúbicos de paneles de madera CLT y otros 40 metros cúbicos de madera laminada de pino radiata procedente de explotaciones sostenibles del País Vasco.
Madera para construir vivienda sostenible
Entre los cinco finalistas de un conjunto de 532 obras procedentes de 41 países, se encontraba también el proyecto de 85 viviendas sociales en Cornellà de Llobregat (Barcelona), diseñado por el estudio Peris + Toral Arquitectes y en el que Egoin también colaboró aportando sus soluciones constructivas en madera. Concretamente, en este proyecto utilizó un total de 2.100 m3 de madera contralaminada CLT de pino radiata procedente de Euskadi para sustentar las fachadas, escaleras y forjados, y madera laminada para diseñar las vigas y pilares de su estructura central.
“Los dos proyectos suponen un alarde constructivo que denota el peso específico que está adquiriendo la madera en las edificaciones de carácter residencial. Son proyectos que están cambiando la forma de ver el urbanismo y la edificación hacia un sistema basado en la sostenibilidad social, ecológica y económica”, añade Gorroño. Precisamente, el proyecto premiado, desde el prisma de la sostenibilidad, logró reducir el impacto medioambiental de los materiales constructivos convencionales gracias a la estructura de madera CLT, a la ejecución mayoritaria de la obra en seco y al confort térmico obtenido con la utilización de estrategias pasivas de captación y espacios intermedios.