El País Vasco cuenta con 20.840 viviendas deshabitadas según recoge el Informe sobre el uso de la vivienda relativo al año 2017. Esta cifra supone un 2% del parque total de viviendas de Euskadi.
El estudio, realizado por el Observatorio Vasco de la Vivienda (OVV), destaca otras 13.626 viviendas vacías durante al menos seis meses al año y que, junto a las 20.840 anteriores, suman un total de 34.466 viviendas que resultarían “potencialmente movilizables” para los programas de dinamización de la vivienda deshabitada. Esto supone que la tasa de incidencia de la vivienda gestionable se sitúa en el 3,3% del parque de viviendas de Euskadi.
El informe recientemente presentado, determina el concepto de vivienda deshabitada en Euskadi como aquella que se encuentra “desocupada de forma continuada durante un tiempo superior a dos años, salvo que concurra motivo que justifique su no utilización en los términos previstos en esta ley y en su normativa de desarrollo”. También se incluyen una serie de excepciones, como las viviendas de segunda residencia y aquellas cuyos titulares mantienen en oferta de venta o alquiler a precios de mercado.
Por territorios históricos, en Bizkaia se localizan 16.456 de estas viviendas (47,7% del total), mientras que en Gipuzkoa se concentran 11.610 viviendas (un 33,7%). Por su parte, en Álava se contabilizan 6.400 viviendas deshabitadas gestionables, (18,6%). Estas viviendas desocupadas potencialmente movilizables se concentran en los municipios de menor dimensión. Por ejemplo, Donostia-San Sebastián y Bilbao presentan una tasa del 1,4% (1.231 viviendas) y el 1,6% (2.538 viviendas), respectivamente; menos de la mitad de la media de Euskadi. En cambio, en la capital alavesa se detecta una tasa de vivienda deshabitada gestionable del 2,3% (2.725 viviendas).
El hecho de que una vivienda deshabitada sea tipificada como gestionable no implica, necesariamente, que inmediatamente pueda ponerse en el mercado de alquiler o venta, sin ningún tipo de reforma o puesta al día, aseguran desde el Observatorio Vasco de la Vivienda. El análisis de la condiciones de habitabilidad de estas viviendas, según la valoración realizada por las personas propietarias, pone de relieve que el 37,7% podría habitarse de forma inmediata, el 26,6% requiere obras leves o moderadas y el 16,8% necesita una gran reforma.