Ulma Construcción ha sido la empresa encargada de construir el Viaducto de Antzuola, una de las múltiples estructuras que conforman el corredor de alta velocidad de Euskadi.
Este proyecto ha requerido de una tecnología de producto, una capacidad de respuesta y de suministro de material acorde con la complejidad y la orografía del terreno.
Dada la imposibilidad de emplear una cimbra autolanzable en la ejecución del tablero de 495 m y de canto variable, la compañía optó por emplear un sistema de cimbra porticada con cerchas H-33, torres de gran carga T-500 y encofrado de forma ENKOFORM H-120, que han aportado rendimientos óptimos en el soporte de grandes cargas en alturas de más de 30 m y con luces máximas de 70 m entre apoyos.
Las soluciones se han diseñado con el fin de reutilizar los sistemas en cada uno de los tramos, a pesar de que los vanos no eran de la misma longitud. De esta manera, ha sido posible ejecutar todo el proyecto con el mismo material desde el inicio hasta el final: 2400 toneladas de cimbras, encofrados y cerchas.
El carácter modular de los sistemas ha permitido además, adaptarse a las distintas dimensiones requeridas.
El proceso de desencofrado se ha optimizado al máximo ya que se ha ideado un sistema de cabestrantes eléctricos para extraer el material. Este método confiere una mayor seguridad y agilidad a la maniobra, en cuanto ahorro de tiempo, personal y equipos auxiliares.
La solución de vigas pasantes en la pila ha supuesto un ahorro de torres T-500 ya que no ha sido necesario emplearlas en las zonas adyacentes de las pilas.