La Fundación Ellen MacArthur, que trabaja en el marco de una economía circular, ha publicado un documento que revela la necesidad de un cambio fundamental del enfoque global para abordar el cambio climático.
En el informe realizado en colaboración con Material Economics se destacan las cifras de las emisiones de gases de efecto invernadero que se derivan de diferentes sectores de la industria, como la edificación, la movilidad y el sistema alimentario, ofreciendo posibles vías de desarrollo de estos sectores dentro de la economía circular, orientadas a minimizar los efectos del cambio climático.
El documento afirma que la introducción de energías renovables sólo puede hacer frente al 55% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Para lograr los objetivos climáticos establecidos por la ONU, la publicación destaca la necesidad urgente de abordar el 45% restante de las emisiones, mostrando el potencial que la economía circular tiene en cinco áreas clave: acero, plástico, aluminio, cemento y alimentos.
La adaptación de un marco de economía circular en estas áreas podría lograr una reducción total de 9.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2050. Para ello sería necesario no sólo realizar la transición energética hacia las energías renovables y la eficiencia energética, sino también modificar la forma de diseñar y construir los edificios para alcanzar los objetivos climáticos.
Un escenario circular en el sector de la construcción podría reducir las emisiones globales de CO2 de los materiales de construcción un 38%, o 2.000 millones de toneladas de CO2 en 2050, gracias a una menor demanda de acero, aluminio, cemento y plástico. El sistema integraría el concepto de uso mixto de los edificios y la construcción con materiales reutilizados y no tóxicos. Espacios de alta utilización diseñando espacios flexibles de oficinas y casas modulares, inteligentes y flexibles.
Diagrama del sistema de economía circular. Fuente: Fundación Ellen MacArthur.