El director general de Construcciones Viuda de Sainz, Iñigo Escobal, considera que las estrategias de inversión en obra pública, junto con la financiación y las ayudas económicas van a ser claves frente a la “alta incertidumbre” que vive actualmente el sector.
Entrevistado en el periódico Estrategia Empresarial, Escobal detalla que en el caso de la obra pública, la tendencia se sitúa en “mantener o anticipar el calendario de inversiones”. Una medida que desde las asociaciones, patronales y clústeres como ERAIKUNE vienen reclamando. Además, la estabilidad es primordial para la promoción de vivienda, “aportando ayudas para el, facilitando la inversión privada, interviniendo en los precios de las viviendas tasadas y de protección oficial, etc.”
El director general de Viuda de Sainz insiste en que la construcción tiene que ser uno de los motores de la recuperación económica de Euskadi una vez superada la crisis sanitaria del COVID-19. “Es una evidencia que la inversión eficiente en obra pública y en infraestructuras es una de las mejores estrategias para provocar efectos positivos y duraderos en cualquier economía”, ha explicado a Estrategia Empresarial.
“La construcción –continúa Escobal– genera la mayor actividad económica inducida de nuestra economía (casi dos euros por euro invertido), traccionando muchos sectores en toda la cadena de valor. Además, presenta la menor cuota de importaciones de todos los sectores productivos, y en torno al 50% de lo invertido en obra pública e infraestructuras retorna a las arcas públicas por vía fiscal”, ha dicho.
No obstante, antes de llegar a este punto, Construcciones Viuda de Sainz al igual que otras empresas socias del clúster ERAIKUNE, tiene que abordar la crisis sanitaria y sus consecuencias generadas por el coronavirus (COVID-19). La previsión ha sido uno de los factores que van a permitir a la situar a la compañía en buena posición de salida.
En marzo, antes de la aplicación de las restricciones por el Estado de Alarma del Gobierno español, la Dirección de Viuda de Sainz alcanzó un compromiso con el Comité de Empresa para “no emplear ERTE ni despidos para superar la crisis”. De esta manera, han podido ralentizar su actividad e implantar el teletrabajo para los perfiles que así pudieran operar. Medidas que, según el propio Iñigo Escobal, “están siendo un éxito” ya que, de esta manera, “podemos seguir dando servicio a los clientes que lo precisen”.
Aún así, la crisis generada por el coronavirus ha tenido consecuencias negativas en varias líneas de negocio de la constructora vasca, especialmente en aquellas vinculadas con el ámbito industrial, que han generado una pérdida “en torno a 20 millones de euros” debido a la paralización o caída de cartera.
En el ámbito de promoción de viviendas, los trámites y procesos para obtener licencias se vieron suspendidos, por lo que los promotores han podido impulsar sus inversiones. “En nuestro caso, tenemos dos promociones –una residencial y otra terciaria– pendientes de iniciar por estos motivos”, ha finalizado detallando el director general de la constructora Viuda de Sainz.