Ulma Arquitectura, empresa socia del clúster de la construcción del País Vasco Eraikune, ha dado a conocer seis beneficios del uso de cerramiento de fachada en seco frente al sistema tradicional que permite un retorno más rápido de la inversión en una obra.
La construcción en seco está cada vez más en auge, es una tendencia en el sector. Según explican desde Ulma Arquitectura, el cerramiento de fachada es un sistema ligero multicapa que se monta en seco, a diferencia de los sistemas convencionales basados en la construcción con ladrillo. Además, es más limpio en su aplicación, más fácil de montar y los materiales son mucho más ligeros. Entre sus ventajas se encuentra la ligereza, la facilidad de aplicación y la reducción de los plazos de obra trae consigo un mejor rendimiento económico y por tanto una mayor rentabilidad en el conjunto de la obra.
Menor tiempo y mayor eficiencia energética
Eso hace que este sistema de cerramiento en seco permite construirse en un 30% menos de tiempo que un sistema tradicional. Asimismo, tiene menor espesor que el cerramiento tradicional. Por eso, se consiguen más metros cuadrados de superficie útil construida para el mismo espacio, y el beneficio que se puede obtener de un proyecto aumenta considerablemente.
La obra seca es sostenible porque se reducen en gran medida los residuos en obra. Y gracias a la eficiencia del cerramiento de fachada ULMA, se reducen también el gasto energético y las emisiones de CO2 (hasta un 30%). Además, la fachada puede ser desmontada en la etapa de fin de ciclo de vida, facilitando un reciclaje efectivo.
En resumen, desde Ulma Arquitectura aseguran que el uso del cerramiento en seco permite, al menos, 6 beneficios frente al sistema tradicional que hace que una obra salga “mucho más rentable”:
- Ligereza de los materiales: ahorro en transporte: En una obra seca, los materiales son mucho más ligeros. Por eso, la logística de la obra es más fácil y económica: menor transporte de materiales para la construcción de la fachada y sin necesidad de equipos pesados.
- Cerramientos sostenibles: menos residuos y mayor eficiencia energética: Este sistema es sostenible porque se reducen en gran medida los residuos en obra. Y gracias a su eficiencia, se reducen también el gasto energético y las emisiones de CO2 (hasta un 30%). Además, la fachada puede ser desmontada en la etapa de fin de ciclo de vida, facilitando un reciclaje efectivo.
- Cumple con el CTE: Cumple con el Código Técnico de la Edificación y con todos los requisitos técnicos que exige la normativa: resistencia térmica, estanqueidad y aislamiento acústico.
- Rapidez de puesta en obra: ahorro en coste: Los cerramientos de fachada en seco se construyen en un 30% menos de tiempo que un sistema de cerramiento tradicional. La reducción de tiempos de ejecución, reduce también el tiempo de uso de andamios y medios auxiliares. Y esto permite ahorrar en gastos indirectos y abaratar el proyecto.
- Más espacio: mayor rentabilidad: Este sistema de cerramiento, tiene menor espesor que un cerramiento tradicional. Por eso, se consiguen más metros cuadrados de superficie útil construida para el mismo espacio, y la rentabilidad del proyecto aumenta.
- Eficacia en la obra: ejecución rápida y rentable: Gracias a los estudios y cálculos realizados previamente por nuestro equipo de ingeniería, los operarios en obra ejecutan tareas mejor planificadas, optimizando los tiempos y minimizando errores de ejecución.