La empresa socia de Eraikune, Viuda de Sainz, uno de los referentes en la industria de la construcción en Euskadi, lleva varios años buscando nuevas oportunidades y tratándolas de desarrollar, y en el actual contexto de crisis, esta necesidad se ha hecho más apremiante, si cabe. Por ello, sus prioridades están totalmente alineadas con los preceptos del Green Deal (Pacto Verde), establecido por la Comisión Europea en 2019, y muchas de ellas encajan con los criterios de los fondos de reconstrucción Next Generation EU.
“En Viuda de Sainz apostamos, particularmente, por la rehabilitación energética, la digitalización de procesos y la valorización de residuos de construcción y demolición. En este ámbito, tenemos previsto poner en marcha en los próximos meses una planta de tratamiento”, señala Iñigo Escobal, director general de la compañía al periódico económico Estrategia Empresarial. “La rehabilitación energética es una prioridad identificada desde hace años en el ámbito comunitario y asumida -añade Escobal. El año pasado lanzamos al mercado la marca ‘Enermetrik’, que se dedica a los servicios energéticos, y estamos ya cerrando los primeros contratos para efectuar diagnósticos de ahorro y servicios de gestión continua con monitorización. Además, estamos entrando de lleno en la generación de energía fotovoltaica en diversos emplazamientos”.
Asimismo, Viuda de Sainz está cerrando alianzas para establecer comunidades energéticas “y pronto podremos presentar un proyecto piloto ilusionante –anuncia el director general de la empresa–. Estas iniciativas son de máximo interés y están totalmente alinea- dos con la conceptualización de cómo podemos salir de la actual crisis social y sanitaria”.
Resultados
La compañía alcanzó en 2020, una facturación en torno a los 90 millones de euros y mantuvo 240 empleos directos, así como más de 800 indirectos. “Pese a las dificultades que atravesó el sector, pudimos de la Fase A de la isla de Zorrotzaurre, en Bilbao; la estabilización de ladera del polígono de Axpe, de elevada complejidad técnica, etc. Y seguimos aportando nuestro granito de arena en obras estratégicas para Euskadi, como el edificio del Energy Intelligence Center (EIC), en el futuro Parque Tecnológico de Ezkerraldea / Meatzaldea; apartamentos dotacionales de Amézola (Bilbao) y naves industriales, para Sprilur, en Ortuella”, apunta Escobal.
“Pero donde ponemos el foco de la estrategia es en los proyectos industriales privados, ya sean de obra ‘llave en mano’ como en gestión delegada –añade–. Además, seguimos siendo un ‘partner’ estratégico en obra civil de muchas firmas industriales como Sidenor, Celsa, Petronor, ITP, Vinco…, debido a la capacidad de nuestra oficina técnica y a los medios propios que disponemos”. En otro ámbito, en 2020 la constructora entregó 100 viviendas fruto de la promoción residencial propia, y espera duplicar esa cifra durante este año. Además, continúa impulsando proyectos de promoción industrial, logísticos y terciarios.
Nueva empresa
Por otra parte, Viuda de Sainz sigue creciendo en Euskadi, con la creación de una nueva empresa, Urdinberri Eraikuntzak, con sede en el parque empresarial de Zuatzu, en Donostia-San Sebastián. “Con esta apertura pretendemos ofrecer a nuestros clientes un acompañamiento desde la cercanía en todos los retos constructivos y ambientales que quieran afrontar, y aumentar la presencia en ese ámbito, desde el arraigo y el retorno que supone la creación de una empresa del propio territorio”, asegura el director general.
Fuera del País Vasco, Viuda de Sainz acaba de firmar un contrato con Adif en Cáceres, para la línea de Alta Velocidad Madrid-Extremadura (tramo Malpartida de Plasencia-Estación de Plasencia); en unos meses finaliza en Francia el nuevo tren de laminación para Celsa France, y en Portugal mantiene la actividad en obra subterránea.
Debido a la situación que está viviendo la construcción, de la reducción y ralentización de la inversión, y a pesar de la diversificación antes citada, la compañía estima que la facturación se reducirá un 20% este año, “aunque nuestro objetivo es mantener todos los puestos de trabajo”.
Expectativas y objetivos
̊Dado que la crisis sociosanitaria está durando mucho más de lo esperado, Iñigo Escobal cree que este será también “un año muy complicado” para la construcción; un sector al que la pandemia pilló sin acabar de recuperarse de la crisis global del periodo anterior, que ya entonces se llevó por delante a gran parte del tejido empresarial. “El panorama a corto plazo no parece muy halagüeño para mantener constantes el empleo y la cartera de trabajo de estos últimos años”, apunta. Sin embargo, el director general cree que Viuda de Sáinz se encuentra en buena posición para competir en este escenario. “Nuestra estrategia consiste en desarrollar aún más nuestra capacidad de diversificación; no solo geográfica, sino también una diversificación de servicios y productos. Queremos especializarnos en la obra civil del futuro, más digital, con nuevos procesos constructivos y más comprometida con el medio ambiente o la economía circular”.
Fuente: Estrategia Empresarial