El director general de Eraikune cluster de la Industria de la Construcción en el País Vasco, Jon Ansoleaga, ha publicado un artículo de opinión titulado ‘Una recuperación necesariamente cimentada en la industria de la construcción’ en el informe ‘La industria de la construcción se afana en la reactivación’ elaborado por Estrategia Empresarial.
Para Ansoleaga, las perspectivas de la industria de la construcción son prudentemente positivas para este año 2021. Los datos apuntan a que la recuperación que viene generándose desde finales del pasado año puede ir consolidándose en los próximos meses. Si bien el sector sufrió las consecuencias de la crisis financiera de 2008 a 2012, donde se perdió casi la mitad del empleo y un amplio volumen de empresas, tras tocar fondo en el año 2013 se inició una fase plana que luego alumbró una curva alcista en el último trienio. De hecho, la evolución favorable de la construcción se ha notado especialmente en este último ciclo, convirtiéndose en el único de los grandes sectores económicos que ha mantenido la senda del crecimiento.
La industria de la construcción comenzó el año 2020 con buenas expectativas de empleo, con casi 700 desempleados menos durante el primer trimestre. A partir del comienzo de la pandemia, y entre los meses de abril a septiembre, se llegaron a superar los 1.400 desempleados de aumento en un mes, respecto a mismo del año anterior. A partir de octubre los datos mejoraron en cuanto a descenso de desempleo, ya que se empezaron a generar puestos de trabajo, especialmente en aquellos proyectos ligados con la construcción de infraestructuras. Este mo- mento que ahora experimentamos explica el avance del empleo en el sector el año pasado, donde se registraron más de un millar de nuevos afiliados a la Seguridad Social, y en el que se crearon cerca de 55 nuevas empresas constructoras, que todos sabemos son, a su vez, semillero de otras pequeñas compañías auxiliares.
Aún así, no parece que el sector se aproxime a recuperar todo el empleo destruido durante este período de pandemia, más teniendo en cuenta de que no hay certezas sobre cuándo podremos asentar definitivamente la tan deseada como necesaria normalidad.
Lo que sin duda no puede discutirse es el carácter estratégico de la industria de la construcción para cimentar la recuperación económica. Los pilares de desarrollo situados en la rehabilitación, las promociones de vivienda y, de momento en menor medida, la obra pública, algo desactivada, hacen presagiar un futuro halagüeño.
La nueva programación de los fondos ‘Next Generation Europe’ y de sus derivados locales, como el ‘Euskadi Next’, buscan impulsar una recuperación económica, social y medioambiental. Desde Bruselas se ha entendido que, por ejemplo, la rehabilitación energética puede generar ese tipo de desarrollo, así que se va a apostar por la transformación del actual parque de viviendas que a to- das luces se manifiesta antiguo e ineficiente, haciendo que el objetivo pase por garantizar altos estándares de eficiencia energética y soluciones habitacionales sostenibles. Pero no estamos hablando solo de rehabilitar viviendas, sino de la configuración de barrios enteros en proyectos de regeneración urbana mucho más grandes que involucrarán a empresas energéticas y de nuevas tecnologías. Eso será un catalizador para la creación de empleo de calidad, cualificado y vinculado con el talento, porque habrá un incremento en la demanda de profesionales dedicados a la construcción, perfiles profesionales, por otra parte, que ahora escasean.
Jon Ansoleaga
Director general de Eraikune