La crisis energética que estamos viviendo ha puesto de manifiesto, aún más, la necesidad de abordar ambiciosos planes de rehabilitación en un parque edificado como el español, en el que el 90% de las viviendas fueron construidas antes del Código Técnico de Edificación y el 60% antes de que existiera cualquier normativa de eficiencia energética. En este sentido, los fondos de recuperación Next Generation de la Unión Europea, del que España ha decidido dedicar cerca de 6.000 millones de euros a la rehabilitación de viviendas y edificios, supone una oportunidad única para mejorar las condiciones de habitabilidad y reducir el gasto energético.
Sin embargo, tal y como señala la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (AFELMA), son muchas las dificultades que está habiendo a la hora de aprovechar estos fondos y poner en marcha los planes de rehabilitación en los plazos necesarios. Según la Asociación, los procesos para implementar las convocatorias de las ayudas por parte de las administraciones están siendo más lentos de lo esperado, lo que está ralentizando la materialización de las ayudas.
“El retraso en la salida de las convocatorias puede comprometer la disponibilidad de los fondos que, si no son tramitados en el tiempo estipulado, corren el riesgo de tener que ser devueltos a la Unión Europea, algo que nadie quiere que suceda. Por tanto, es urgente dotar a las administraciones competentes de los recursos humanos y materiales precisos para agilizar los procesos burocráticos”, afirma el presidente de AFELMA, Miguel Ángel Gallardo.
Junto a la lentitud en el anuncio de las convocatorias, otro de los graves problemas detectados por AFELMA es la escasa información que se ha dado a los usuarios. Por este motivo, pide un mayor esfuerzo en comunicación a las distintas administraciones: “Hay que hacer llegar al conjunto de la ciudadanía toda la información relativa a estas ayudas: desde qué tipo de actuaciones pueden optar a ellas o cómo solicitarlas hasta qué ahorros y beneficios fiscales llevan asociadas”, señala Gallardo.
Posibles soluciones
Ante los problemas relativos a la gestión burocrática y a la falta de conocimiento, desde AFELMA plantean la necesidad de agilizar la puesta en marcha cuanto antes de las oficinas de rehabilitación anunciadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), y que deben impulsar y gestionar las CC.AA., una “ventanilla única” destinada a ofrecer servicios de información, tramitación y acompañamiento de las actuaciones de rehabilitación. También animan a los propios ayuntamientos, quizás a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
La Asociación también anima a las distintas administraciones a acercarse a la ciudadanía, a llevar a cabo campañas informativas y, concretamente, a dar más publicidad sobre las cuantías subvencionables y los incentivos fiscales asociados, con el objetivo de atraer la puesta en marcha de un mayor número de proyectos de rehabilitación y que los usuarios desconocen.
“Vamos con retraso y cualquier iniciativa que implique un mayor conocimiento de las ayudas y facilite el acceso a las mismas, debe ser estudiado. Es importante que las administraciones aseguren las transferencias acordadas para España en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Estos fondos son una oportunidad única que no podemos desaprovechar ya que suponen un verdadero impulso para el sector de la rehabilitación, además de contribuir a la disminución de la dependencia energética y de las emisiones totales de CO2,”, comenta el presidente de AFELMA.
Por ejemplo, el Gobierno Vasco acaba de iniciar una campaña para animar a la ciudadanía a solicitar las subvenciones para la rehabilitación energética de viviendas y edificios, dirigida a apoyar reformas iniciadas después del 1 de febrero y ejecutadas antes del 30 de junio de 2026.
AFELMA propone también buscar inspiración en iniciativas que se han demostrado eficaces en otros países que manejan fondos europeos en una cantidad parecida a la nuestra, y con un parque de edificios muy similar. Es el caso de Italia y su Superbonus 110%, un caso paradigmático de éxito, que sólo en su primer año natural -hasta octubre de 2021- dedicó en subvenciones a la rehabilitación de viviendas casi 8.000 millones de euros.
“Esa cifra duplica sólo en un año la cantidad prevista por nuestro Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia para todo el periodo 2021-26, lo que pone en perspectiva la incómoda realidad de que ni aceleramos ni hay financiación suficiente para el potencial de mercado. ¿Dónde está el equilibrio?”, señala Gallardo.
Para cumplir con los objetivos de eficiencia energética y reducción de emisiones de cara a 2030, España necesita rehabilitar 1,2 millones de viviendas (7 millones en 2050). Teniendo en cuenta que el número de viviendas rehabilitadas en 2021 fue de 27.189, el camino que queda por recorrer será complicado si no se aprovechan los fondos asignados por la UE.