Una frase popular dice que “llegar alto es perder el miedo a las alturas”. En Beltran llevan más de 55 años siendo especialistas en lo difícil, transformando las obras complejas en algo sencillo y posible. Por ello, uno de los edificios más altos de Elgoibar, con 13 plantas, confió esta empresa socia del cluster ERAIKUNE para realizar la sustitución de los dos ascensores con los que contaba el inmueble.
También se han encargado de dar accesibilidad a la planta bajo cubierta, donde se situaba la sala de máquinas, así como de dar acceso al nuevo portal construido a la altura de la calle principal. De esta manera, la ubicación actual se encuentra a la altura de la calle principal de este municipio guipuzcoano, en Toletxe kalea. Sin embargo, para dar una adecuada accesibilidad desde este punto, nos hemos tenido que enfrentar a unos cuantos retos.
Justo debajo de donde se sitúan los ascensores, en la planta del sótano, existen unos locales comerciales ajenos a la comunidad. Con los fosos reducidos de los nuevos ascensores que han instalado, se ha invadido lo menos posible el espacio de dichos locales y se ha prescindido tanto de la rampa como de escaleras por las que se accede al edificio.
Los ascensores con foso reducido cuentan con numerosas ventajas:
- Se pueden instalar en lugares con espacios muy reducidos, adaptándose a la extensión disponible y aprovechándola al máximo.
- No es necesario realizar grandes modificaciones en los locales afectados ni en el propio edificio.
- Los ascensores de foso reducido se fabrican a medida, siguiendo siempre la normativa vigente.
- Se caracterizan por ser una solución más económica y generar menos problemas para llegar a acuerdos.
Además, otra de las ventajas que tiene es que se instaló un ascensor eléctrico sin sala de máquinas de última generación. Por tanto, se eliminó la antigua sala de máquinas situada en la planta bajo cubierta y se aprovechó ese espacio para subir el ascensor hasta dicha planta, mejorando la accesibilidad a la vivienda del portero y las buhardillas.