Ascensores Beltrán, empresa-socia del cluster Eraikune, mira al futuro en clave de innovación y ha desarrollado un primer prototipo de un ascensor más eficiente, con un consumo energético cero. El objetivo es que el elevador pueda “autorregenerarse, bien mediante su propio movimiento o bien con placas solares”, señala el gerente de la empresa guipuzcoana a el periódico Estrategia Empresarial. La primera instalación ya está en marcha, en Eibar, y será una de las principales apuestas de la compañía para un 2023 en el que celebrará su 60 aniversario.
Ascensores Beltrán ha bautizado al ‘hub’ energético con el nombre Beltrán Bess que, instalado en ascensores eléctricos, aprovecha y almacena el exceso de energía generada por los ascensores, la energía de las conexiones de la red de baja potencia, así como las fuentes de energía renovables (solar o eólica), reduciendo así el consumo global del edificio. Este sistema contribuye a minimizar significativamente el consumo en espera del ascensor, un estado que supone importantes pérdidas energéticas. En busca de ese ‘consumo cero’ en sus ascensores, Beltrán Bess acumula energía y permite a los edificios que trabajan con bajos niveles de potencia contratados obtener energía de varias fuentes energéticas alternativas.
Además, el proyecto conlleva un ahorro significativo en las emisiones de CO2, con su expansión e instalación en muchos edificios.
60 años creciendo
Desde que Ascensores Beltrán apostó por la rehabilitación, esta empresa eibarresa fundada en 1963 ha pasado de ser una compañía familiar, con cuatro o cinco empleados, a disponer a día de hoy de 50 trabajadores y una facturación anual que ronda los ocho millones de euros. Es el resultado del “crecimiento sostenido experimentado en los últimos 15 años”, según explica Ramón García, gerente de una firma que también exporta soluciones de ingeniería al Reino Unido, Francia, Chequia o Polonia.
El crecimiento de Ascensores Beltrán no puede entenderse sin el impulso que le ha dado la demolición, es decir, todo el proceso previo a poder colocar un ascensor en un edificio donde antes no lo había. “Haber hecho 100 instalaciones de ese tipo es algo que no ha logrado nadie en el mercado”, comenta García.
“Lo más complejo es la demolición” continúa el gerente de Ascensores Beltrán, ya que “en la mayoría de casos colocar el ascensor exige demoler la escalera”, para lo que hay que hacer “un minucioso estudio previo del edificio para no dañar su estructura”. Las ayudas del Gobierno Vasco en estos trabajos son vitales ya que costean hasta un 40% del presupuesto de la obra.