¿Nos podría hacer una breve descripción de su organización?
Ascobi-Bieba, es la Asociación de Constructores y Promotores Inmobiliarios de Bizkaia, entidad fundada en 1977 y que aglutina a las principales empresas constructoras y promotoras que trabajan en Bizkaia. Somos una asociación empresarial sectorial independiente, miembro de Cebek, la Confederación Empresarial de Bizkaia y de la CNC, la Confederación Nacional de la Construcción. También somos patronos de la Fundación Laboral del País Vasco.
El año 2023 está tocando a su fin. ¿Podría hacernos un balance de cómo se ha comportado el sector de la construcción en general?
Todavía es pronto para anticipar datos exactos, pero en líneas generales, creo que ha sido un año positivo para el sector porque se ha mantenido el nivel de actividad creciente de los últimos años. En el lado negativo hay que mencionar que se han mantenido la inflación que ha generado un incremento importante de los costes de producción en las obras y, en consecuencia, un deterioro de los márgenes de la actividad que, de ordinario, ya venían muy ajustados.
¿Cuáles son las expectativas para el próximo año, en el ámbito de la edificación?
En el ámbito de la edificación de vivienda las expectativas no son especialmente optimistas. Llevamos muchos años con un volumen de producción de vivienda, tanto libre como protegida, muy bajo y que no atiende la importante demanda de vivienda nueva existente en nuestra sociedad.
Esta situación es debida fundamentalmente al marco regulatorio y normativo en el que debemos operar en Euskadi. Tenemos los porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida más elevados del Estado, de hasta un 75% en suelo urbanizable, pero no garantiza una producción significativa de vivienda protegida porque la viabilidad económica de las promociones esta cuestionada. Apenas hay desarrollos en marcha en suelo urbanizable. Solo se produce en suelo urbano consolidado y con eso no da para atender la demanda. A esto hay que añadir la exasperante lentitud burocrática de tramitación de permisos y licencias que incrementan hasta la eternidad el fin de las iniciativas promotoras. A este escenario de producción aletargada ahora debemos añadir un incremento de los costes de financiación por la subida de los tipos de interés.
¿Y en obra civil?
La obra civil pienso que mantendrá su actividad actual pero muy condicionada por el deterioro de los márgenes, debido al incremento de los costes. Esta situación esta produciendo un abandono paulatino de la licitación pública por parte de muchas empresas.
En esta línea, creo que la administración debe velar por la actualización de los precios de losv proyectos. Ajustar los presupuestos de los proyectosv a los costes de la economía real, hará posible lav subsistencia de las empresas constructoras dev nuestro territorio, que son las que crean empleo y riqueza para nuestra sociedad.
¿Y la Rehabilitación?
La rehabilitación lleva muchos años funcionando en Bizkaia. Tenemos uno de los parques de vivienda más antiguos del Estado y eso exige rehabilitarlo, tanto de manera correctiva como de mejora de los estándares de aislamiento y accesibilidad de los edificios. Las comunidades de vecinos perciben que, para mantener su patrimonio, mejorar sus niveles de confort, adaptarse al incremento del envejecimiento de la población y reducir los costes energéticos, deben abordar estas actuaciones. Si además existen ayudas públicas para acometer el esfuerzo inversor, las obras se multiplican. No hay que olvidar que una vivienda rehabilitada además de ser más eficiente y acogedora incrementa su valor de mercado.
Hablamos de un sector que representa un importante porcentaje del producto interior bruto y del empleo en nuestro país. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta?
Somos un sector muy importante y estratégico. Representamos más del 9% del PIB en Euskadi, y generamos mucho empleo directo e indirecto en el entorno más próximo con más de treinta mil empleos en Bizkaia.
Los principales retos estratégicos del sector pasan por abordar la digitalización plena del mismo, la industrialización de la producción y sobre todo afrontar la escasez de personal derivado del cambio demográfico, además de incidir en las necesidades de formación, seguridad y salud en el trabajo.
Desde diferentes organizaciones afines al sector se está poniendo de manifiesto las dificultades que existen a la hora de conseguir mano de obra cualificada. ¿Dónde radica el problema y que solución se prevé a medio y largo plazo?
Como decía antes, estas dificultades de disponer de mano de obra cualificada derivan del cambio demográfico que vivimos con un descenso progresivo de la natalidad durante décadas, que afecta a todos los sectores: industria, construcción o servicios. En esta competencia, la imagen de la construcción como un sector poco tecnológico y mas exigente en el plano físico nos pone en peor situación. Es una imagen estereotipada y muy alejada de la realidad actual del sector y que debemos combatir para visibilizar los aspectos positivos: Mejores retribuciones de convenio, ausencia de turnos, maquinaria más moderna que reduce el esfuerzo físico y procesos productivos más sostenibles.
Desde Ascobi llevamos años trabajando ante esta problemática en colaboración con entidades públicas, como Dema, la agencia foral de empleo, desarrollando formación en oficios que permita una preparación básica a personas desempleadas que se acercan al sector; También estamos participando en el programa EkinBarri, en colaboración con Cebek, Fvem, Aveq y Cecobi. Una iniciativa pionera en nuestro territorio que plantea la transformación de los modelos de gestión en nuestras empresas poniendo a las personas en el centro. Un programa que cuenta con la financiación y el apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia.
La incorporación al sector del talento femenino es otra asignatura pendiente. ¿Cómo podemos hacer atractivo el sector a las mujeres, sobre todo en puestos de producción?
Somo un sector muy masculinizado en el ámbito de la obra, de la producción y, en este escenario, debemos propiciar la incorporación de la mujer al sector, derribar las barreras mentales y crear en las empresas entornos de acogida adecuados. En el ámbito de la obra no llegan al 1% y en el conjunto del sector en torno 10%. Estamos generando programas formativos y divulgativos para paliar esta situación.
Creo que este sector es capaz de apasionar a las mujeres, pero aún no lo hemos conseguido. Vamos a trabajar activamente para que se incorporen, porque si no lo hacemos, nos faltaría la mitad de la sociedad que tiene que construir el futuro.
¿Qué beneficios puede traer la digitalización en un sector como el de la construcción?
La digitalización del sector no es una cuestión de beneficios, es una cuestión de supervivencia. Quien no aborde seriamente la digitalización de todos sus procesos de gestión y también los productivos, los de la obra no será competitivo y estará condenado a desaparecer.
Además de la edificación y la obra civil, la rehabilitación representa un porcentaje importante en la actividad de las empresas de su organización. ¿Están impulsando los fondos Next Generation la actividad de las empresas de forma eficaz?
La asignación a Euskadi de un importe de 130 millones de euros de los fondos Next para la rehabilitación en materia de eficiencia energética de los edificios de viviendas ha propiciado un incremento de la actividad. Las comunidades que cumplan las mejoras de eficiencia establecidas pueden obtener ayudas de hasta el 80% del coste de la obra. Como es lógico los fondos se han agotado con rapidez. El Departamento de Vivienda del Gobierno vasco ha conseguido ampliar de forma extraordinaria el importe inicial hasta el entorno de los 200 millones de euros.
Fuente: Revista – AVE-BIE, asociación Vizcaína de Excavadores