ASCOBI-BIEBA, la Asociación de Constructores y Promotores de Bizkaia, ha celebrado por vía telemática su Asamblea General Ordinaria de 2021. En la reunión anual del sector se está analizando en la mañana de hoy la situación de la construcción y de la promoción Inmobiliaria tanto en Bizkaia como en el País Vasco, en el contexto actual de pandemia y de las repercusiones económicas y productivas que se derivan de la misma.
Con un diagnóstico de la coyuntura actual que califican de complicado y un próximo futuro que vislumbran con incertidumbre y mucha prudencia, los constructores vizcaínos solicitan de las instituciones un incremento decidido de la licitación pública para crear empleo directo en el sector y reactivar con ello la economía vasca.
La construcción, uno de los principales sectores económicos en Euskadi, representa el 6 % del PIB vasco, ocupa actualmente a 28.000 personas en Bizkaia y a 50.000 personas en toda la CAV, y tradicionalmente se ha manifestado como una potente palanca de reactivación económica por su capacidad de generación de empleo y de creación de riqueza en el entorno más próximo.
La crisis pandémica, tal y como constató el Informe Ascobi 2020, ha supuesto hasta ahora un parón en el proceso de crecimiento sostenido que estaba teniendo el sector en el trienio anterior. El ligero recorte de la actividad se ha acompañado, no obstante, con el mantenimiento generalizado de las plantillas.
Por otra parte, aspectos como la reducción de los volúmenes de licitación pública y el descenso del número de viviendas iniciadas en este periodo permiten vislumbrar que, de no mediar un cambio de signo en este aspecto a corto plazo, la afección será más profunda y supondrá volver al escenario de perdida de empleo y debilitamiento del tejido empresarial del sector.
Por ello, en la situación actual, la asociación-socia de Eraikune ASCOBI-BIEBA considera más necesario que nunca mantener el esfuerzo inversor propio de las administraciones públicas, independientemente de la previsible llegada en un futuro, más o menos cercano, de fondos europeos.
Este mantenimiento de los volúmenes de licitación pública debería ir acompañado, según los constructores vizcaínos, de una mejora de las condiciones de contratación que permita la recuperación y adecuación del tejido empresarial vasco ante la mayor complejidad tecnológica de la obra y la exigencia de sus clientes.
En el marco de los fondos europeos, la rehabilitación se perfila como un área que recibirá importantes recursos orientados a la mejora de la eficiencia energética y la accesibilidad de los edificios. Una oportunidad para nuestro sector y para el conjunto de Euskadi, que cuenta con uno de los parques de vivienda más antiguos del Estado, dado que los fondos aportados a la rehabilitación edificatoria promueven una actividad que los multiplica por 6,5, generan 18 puestos de trabajo por millón de euros invertido, reducen los costes de desempleo un 95% del valor de la subvención y producen un retorno fiscal que los multiplica por 1,9.
Aunque la eventual dotación de fondos comunitarios destinados a la rehabilitación energética de viviendas abre una cierta ventana de oportunidad para el sector, el plan no compensará en cualquier caso el importante descenso registrado en el volumen de construcción de viviendas. El numero de viviendas iniciadas se ha reducido en 2020 en un 24 % en Euskadi y un 16% en Bizkaia. La baja producción es la principal característica de la promoción inmobiliaria en Euskadi.
Una tasa continuada de producción de apenas dos viviendas por cada 1.000 habitantes y año esta generando un problema de carencia de oferta suficiente para atender la demanda de vivienda nueva existente. Incrementar la producción, además de paliar un problema social de acceso a la vivienda, ayudaría a la reactivación económica general.
Para ello es necesario adoptar, según se expone hoy en la Asamblea de ASCOBI, medidas de estímulo de la actividad: como la adecuación de los porcentajes de reserva de suelo para vivienda protegida, la actualización de los precios máximos de la vivienda protegida, la orientación del calculo y consumo de la edificabilidad de los proyectos a la mejora del aprovechamiento de los mismos, y la agilización administrativa en la tramitación de permisos y licencias.
El sector percibe actualmente una clara falta de profesionales cualificados que puede verse acentuada los próximos años y puede suponer una grave limitación para las empresas en su afán de dar respuesta a los desafíos productivos que se les van a plantear.
“Necesitamos atraer y acercar a nuestro sector a un mayor número de personas, hombres y, especialmente, mujeres. Somos un sector especialmente masculinizado, en torno al 90 por ciento”, ha expuesto a los constructores vizcaínos en la asamblea anual su presidente, Álex Bidetxea. “Y, por ello”, ha añadido, “debemos facilitar e impulsar la formación específica de estas personas”.
Debido a este déficit profesional, ASCOBI ha potenciado en los últimos meses el ámbito de la formación sectorial en el que lleva trabajando desde hace tres décadas.
Actualmente, además de la oferta formativa anual para personas empleadas en la construcción, ASCOBI-BIEBA ha reactivado, en este comienzo de 2021, un plan para el adiestramiento profesional de personal desempleado que desea incorporarse al sector, a través de programas como Lanberri, que promueve la Diputación Foral de Bizkaia, y en colaboración con la Fundación Laboral de la Construcción. También forma parte de este plan la participación, más recientemente, de ASCOBI en el programa Laborlan II, desarrollado en colaboración con la agencia foral DEMA y cuya finalidad es formar y emplear en el sector a personas sin trabajo.